Es importante conocer nuestro tipo de piel, ya que los
productos que utilizamos para un tipo de piel pueden ser contraproducentes para
otros tipos de pieles.
- Piel normal: es la que consideramos como equilibrada y sana, ya que equilibra la cantidad de aceites y agua presentes en la misma.
- Piel grasa: contiene demasiada grasa, que notamos además de por el tacto, porque suele ir acompañada de granos y espinillas.
- Piel seca: es deficiente en aceites, este déficit produce un cutis delicado y fácilmente irritable con el roce.
- Piel mixta: este tipo de piel presenta zonas de marcado carácter graso, zona de la frente, nariz o barbilla (conocido como zona T), y otras como mejillas, cuello o aquellas que rodean los ojos, que tienen tendencia a resecarse.
Os adjunto un artículo sobre malos hábitos en el cuidado de la piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario